Kilder Kaleb Chacon

Kilder Kaleb Chacon, known affectionately as “CHACON” to all who knew him, passed away on January 11, 2024, at the age of 48, in Amarillo, Texas. Born on July 1, 1975, in Morales Izabal, Guatemala, Kilder brought warmth and joy into the lives of everyone he encountered.

Kilder's journey led him from the vibrant landscapes of Guatemala to the sunny shores of California, where he completed his high school education. This was a formative time for Kilder, shaping the man he would become—a man of integrity, kindness, and an unyielding spirit of generosity.

In his professional life, Kilder was an All-Around Cowboy, embodying the virtues of the American West with his hard work, resilience, and willingness to lend a hand to anyone in need. His selfless nature extended into his personal life, where he was revered as a great dad, an adoring grandpa, and an inspiring teacher to many.

Kilder's love for music and animals showcased his softer side, revealing a man who found harmony in life's simple pleasures. His laughter was infectious, his heart was large, and his capacity to love knew no bounds.

He is survived by his loving wife, Dora Chacon, and their three children: daughter Xaylen Kaleb Chacon, and sons Alexis Ricardo Chacon and Kilder Onecimo Chacon. Kilder's legacy continues to shine brightly through his cherished grandchild, Boden Kaleb Rodela, who will grow up hearing legendary tales of his grandfather's love and adventures.

Kilder was a beloved son to his parents, Elias Chacon and Maura Aguirre, and a cherished brother to his siblings, Ingrid Chacon, Loyda Chacon, and Kelvin Chacon.

Those who knew Kilder will remember him as a loving, funny, and selfless individual. His presence could light up a room, and his absence will leave a profound void in the hearts of many. Kilder's spirit, however, will live on through the countless lives he touched with his kindness and the lessons he imparted through his actions.

As we bid farewell to Kilder Kaleb Chacon, we celebrate a life lived to the fullest, marked by laughter, love, and an unwavering commitment to others. His story is one of hope, compassion, and the enduring power of the human spirit. Kilder's memory will forever be a beacon of light for all who had the privilege of knowing him.

Kilder Kaleb Chacón, conocido cariñosamente como “CHACÓN” por todos los que lo conocieron, falleció el 11 de enero de 2024, a la edad de 48 años, en Amarillo, Texas. Nacido el 1 de julio de 1975 en Morales Izabal, Guatemala, Kilder trajo calidez y alegría a las vidas de todas las personas que conoció. El viaje de Kilder lo llevó desde los vibrantes paisajes de Guatemala hasta las soleadas costas de California, donde completó su educación secundaria. Este fue un momento de formación para Kilder, que moldeó al hombre que se convertiría: un hombre íntegro, bondadoso y con un espíritu inquebrantable de generosidad. En su vida profesional, Kilder fue un vaquero polivalente, que encarnaba las virtudes del oeste americano con su arduo trabajo, resiliencia y voluntad de echar una mano a cualquiera que lo necesitara. Su naturaleza desinteresada se extendió a su vida personal, donde fue venerado como un gran padre, un abuelo adorador y un maestro inspirador para muchos. El amor de Kilder por la música y los animales mostró su lado más suave, revelando a un hombre que encontró la armonía en los placeres simples de la vida. Su risa era contagiosa, su corazón era grande y su capacidad de amar no tenía límites. Le sobreviven su amada esposa, Dora Chacón, y sus tres hijos: su hija Xaylen Kaleb Chacón y sus hijos Alexis Ricardo Chacón y Kilder Onecimo Chacón. El legado de Kilder continúa brillando a través de su querido nieto, Boden Kaleb Rodela, quien crecerá escuchando historias legendarias sobre el amor y las aventuras de su abuelo. Kilder era un hijo amado para sus padres, Elías Chacón y Maura Aguirre, y un hermano querido para sus hermanos, Ingrid Chacón, Loyda Chacón y Kelvin Chacón. Quienes conocieron a Kilder lo recordarán como una persona cariñosa, divertida y desinteresada. Su presencia podría iluminar una habitación y su ausencia dejará un profundo vacío en los corazones de muchos. El espíritu de Kilder, sin embargo, seguirá vivo a través de las innumerables vidas que tocó con su amabilidad y las lecciones que impartió a través de sus acciones. Al despedirnos de Kilder Kaleb Chacón, celebramos una vida vivida al máximo, marcada por la risa, el amor y un compromiso inquebrantable con los demás. Su historia es de esperanza, compasión y el poder duradero del espíritu humano. La memoria de Kilder será para siempre un rayo de luz para todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo.